relación entre el Afan, la ansiedad y el estress con las enfermedades
Por ejemplo si usted se siente enfermo y los médicos le dicen que tiene una enfermedad incurable, debe rechazar ese diagnóstico Jesucristo vino a libertad al oprimido y sanar a los enfermos. No hay nada imposible para El ni enfermedad que Jesús no pueda sanar.
La trampa en la que casi todos caemos es que cuando vamos al médico y éste le dice "usted tiene la tensión alta" le da medicinas para bajarla en lugar de buscar la causa de esos síntomas. No estamos en contra de los médicos, Dios les ha dado sabiduria para que ayuden a sanar algunas enfermedades no todas las enfermedades son provenientes de ataques demoniacos. Muchas de ellas son causadas por nuestros descuidos a la hora de cuidar nuestra alimentación después de años, producidos por la falta de ejercicio o desgaste por la edad, de la mayoria de estas causas el hombre es resonsable directo.
Lo malo es que esas medicinas ocasionan efectos secundarios por ejemplo insonminio, ahora vuelve al médico y le da más pastillas para ello, y esto se convierte en una rueda, las enfermedades se van multiplicando y pasamos de dos pastillas o 4,5,6,7,8 o incluso más al dia y esto ocasiona una adicción a esas pastillas en lugar de BUSCAR LA CAUSA REAL, LA RAIZ DE ESE PROBLEMA. AHORA BIEN CON RELACION AL ESTRES TODOS sabemos que hacer ejercicios lo baja pero esta no es la raiz, hay que hacer ejercicios,es saludable.yo mismo lo hago,pero no es inteligente andar afanado, estresado y hacer ejercicio para bajarlo; osea por un lado se le sube y por otro lado se baja,un sube y baja. Lo correcto es dejar de afanarnos , de precuparnos, dejar el corre corre y obedecer lo que dice la Biblia.y ahora si lo desea y además es mas que recomendable haga ejercicio. Gracias a DIOS que nos advierte de este peligro del AFAN, de las preocupaciones. |
¿Sabia usted que estar preocupado es desobedecer a Dios y trae consecuencias en su vida?
Mateo 6:25-34 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal. Eclesiastes 2:18-26 Asimismo aborrecí todo mi trabajo que había hecho debajo del sol, el cual tendré que dejar a otro que vendrá después de mí.
Y ¿quién sabe si será sabio o necio el que se enseñoreará de todo mi trabajo en que yo me afané y en que ocupé debajo del sol mi sabiduría? Esto también es vanidad. Volvió, por tanto, a desesperanzarse mi corazón acerca de todo el trabajo en que me afané, y en que había ocupado debajo del sol mi sabiduría. !!Que el hombre trabaje con sabiduría, y con ciencia y con rectitud, y que haya de dar su hacienda a hombre que nunca trabajó en ello! También es esto vanidad y mal grande. Porque ¿qué tiene el hombre de todo su trabajo, y de la fatiga de su corazón, con que se afana debajo del sol? Porque todos sus días no son sino dolores, y sus trabajos molestias; aun de noche su corazón no reposa. Esto también es vanidad. No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma se alegre en su trabajo. También he visto que esto es de la mano de Dios. Porque ¿quién comerá, y quién se cuidará, mejor que yo? Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y gozo; mas al pecador da el trabajo de recoger y amontonar, para darlo al que agrada a Dios. También esto es vanidad y aflicción de espíritu. |